LOS SANTOS SACRAMENTOS EN LA IGLESIA

La iglesia, en sí misma, es un sacramento.

El nacimiento – la encarnación del Señor Jesucristo, Su vida y predicación, Su muerte en la cruz y Su gloriosa Resurrección, Su ascensión al cielo y el descenso del Espíritu Santo sobre los apóstoles son El Gran Sacramento. Es decir, la creación de la Iglesia, que es El Cuerpo Místico de Cristo, aquí en la tierra es un Sacramento. Es una nueva creación del hombre en la Encarnación, la muerte y la resurrección del Señor, y el descenso del Espíritu Santo, para una nueva vida a imagen de la Santa Trinidad. La Iglesia es unión de lo visible con lo invisible, es la unidad del hombre con Dios; Es un Pentecostés incesante que derrama la gracia de Dios a través de todas las formas de su vida.

En la vida de la Iglesia se han establecido sacramentos específicos. Algunos son establecidos por Cristo y se llaman misterios (sacramentos), porque a través de ellos se enseñan incondicionalmente los dones de la gracia de Espíritu Santo: Bautismo, Confirmación (Crismación), Comunión, Arrepentimiento – Confesión, Sacerdocio, Matrimonio y Consagración de aceite (Oleo santo, Unción). Otros han surgido de la vida propia de la Iglesia y se denominan ritos a través de los cuales pedimos la misericordia y la ayuda de Dios tanto para el fortalecimiento de la fe como para la bendición, santificación y consagración de personas, objetos y lugares: votos monásticos, consagración de templos, cruces e iconos, frutas y animales, el funeral y la paniquida (litia para los difuntos, oficio fúnebre), las mesas y las oraciones suplicatorias o oraciоnes para cualquier necesidad, etc. reglas de oración oficiadas por el sacerdote. Todos estos ritos también confieren la gracia del Espíritu Santo, como lo ha prometido Dios, y la Iglesia da fe de ello.

Es incorrecto decir que los sacramentos son exactamente siete. Todo en la vida cristiana, dice el profesor Pavel Evdokimov, es eclesiástico y tiene una naturaleza sacramental y mística, porque “derramaré de mi Espíritu sobre toda carne” (Hch 2, 17) – todo es carisma, don para el servicio de Dios y la Iglesia. Por lo tanto, las acciones del Espíritu Santo son innumerables. San Juan Crisóstomo dice: “Misterio, Sacramento es todo lo que une al Espíritu Santo y el hombre y sólo se consigue con fe.

Sacramento es la Iglesia misma y sus sacramentos más importantes: el Bautismo y la Eucaristía; los sacramentos son la dogmatica eclesiástica y las oraciones, y en general todo lo que expresa un sacramento que salva o el misterio salvador de Jesucristo”.

Todos los sacramentos conducen a la Eucaristía, que es el testimonio de la Iglesia de la realidad espiritual de cada sacramento. Los sacramentos siempre se realizan en la Iglesia, por la Iglesia y para la Iglesia.

Por eso, los santos padres no determinaron el número exacto de los sacramentos y no distinguieron entre sacramentos y ritos, algo que se hizo en la Iglesia latina después del gran cisma y penetró en Oriente en el siglo XIII.

DEFINICIÓN DE MISTERIOS DE LA IGLESIA

La definición clásica es la que se da en la Confesión de la fe ortodoxa: “El misterio es un oficio sacramental en el que el creyente recibe la invisible gracia de Dios bajo un signo visible”.

Los sacramentos de la Iglesia son oficios sacramentales instituidos por Dios, a través de los cuales, en una fórmula de oración estrictamente definida, los dones de gracia del Espíritu Santo se oran para descender sobre los creyentes. Sin estos dones de gracia, el hombre no puede vivir espiritualmente ni ser salvado, porque el pecado original, que se ha extendido por toda la raza humana, hace que la gente sean enemigas de Dios. Jesucristo, quién bajó a la tierra para reconciliarnos con Dios, fundó Su Iglesia, en la que estableció los Santos Sacramentos para que fueran celebrados por los apóstoles y sus sucesores. A través de estos sacramentos, las gracias de Dios fluyen hacia nosotros como corrientes de agua viva, que lavan, renuevan y sostienen nuestras almas. Ellos son el camino y la puerta que el Señor nos ha indicado y que conducen al hombre hacia el Reino de Dios, y atreves de los cuales El regresa permanentemente hacia la gente.

En los Santos Sacramentos, las acciones visibles del sacerdote se unen con las acciones invisibles, graciosas y misteriosas del Espíritu Santo. Por eso se les llama sacramentos. No todos los creyentes pueden realizar los sacramentos, sino solo los obispos, como sucesores de los apóstoles, y los sacerdotes ordenados por los obispos. Los obispos y sacerdotes realizan solo las acciones visibles en los sacramentos. El poder invisible de la gracia salvadora es dado en estas acciones por Dios mismo. Es decir los sacerdotes son los ejecutores de los sacramentos de la iglesia y “son los ministros de los sacramentos de Jesucristo”. Es decir los sacerdotes son los ejecutores de los sacramentos de la iglesia y “son los ministros de los sacramentos de Jesucristo”.

LOS SIETE PRINCIPALES MISTERIOS DE LA IGLESIA

Hoy la Iglesia Ortodoxa señala 7 Santos Sacramentos principales: Bautismo, Confirmación, Comunión, Arrepentimiento – Confesión, Sacerdocio, Matrimonio y Consagración de aceite (Oleo santo, Unción), a través de los cuales, como se mencionó anteriormente, los creyentes reciben la gracia de Dios que necesitan para ser purificados, revividos, sostenidos para una nueva vida y para alcanzar la santidad y la salvación, la meta última de la vida cristiana (1 Pedro 1: 9, 16).

Para obtener más información, consulte las fuentes utilizadas:

https://bg-patriarshia.bg/mysteries

http://www.pravoslavieto.com/docs/Tainstva

Makariopolski ep. Dr. Nicodemus y Archim. Dr. Seraphim, “Fe, Esperanza, Amor”, Biblioteca del Renacimiento Espiritual, Vratsa 1991 Pavel Evdokimov, ortodoxia, Iz. Omofor, Sofía 2006